Más de 200.000 españoles residen en Reino Unido —entre estudiantes y trabajadores— y la preocupación por una posible salida del país de la Unión Europea ronda entre ellos y sus familias. Todavía quedan muchos aspectos por definir del posible divorcio entre europeos y británicos pero ya se han esclarecido algunos ápices del futuro.

Por tanto, actualmente, cualquier persona con nacionalidad europea puede viajar y trabajar en la UE y en Reino Unido esta ley seguirá en vigor mientras que el país siga formando parte del bloque comunitario. Esto podría cambiar si se llegase a efectuar el brexit definitivo pero, no se prevé que sea a corto plazo.

Ha ganado el brexit pero los procesos de cambio de la legislatura no son inmediatos. El artículo 50 del Tratado de la Unión Europea contempla el derecho a dejar la Unión, primero se tendría que notificar la voluntad de marcharse. Y aunque la mayoría apuesta por hacerlo lo antes posible, según lo visto en el referéndum realizado, no se descarta que se espere unos meses para planificar los pasos a seguir. A partir de entonces se iniciarían unas negociaciones que podrían prolongarse dos años, con posibles prórrogas.

En unas negociaciones tendría que esclarecerse la decisión de dejar de formar parte de la UE y cuál será la relación de la comunidad europea con este país a partir de entonces. En ellas se hablará de acuerdos comerciales, de migración y de las regulaciones de productos y servicios que actualmente están cubiertas por los tratados comunitarios.

Si los resultados de las negociaciones lo acuerdan, el pasaporte será indispensable además de los permisos de residencia y empleo. Hay que tener en cuenta que uno de los factores que más ha influido en los resultados de este referéndum es el rechazo a la inmigración, sobre todo a la procedente de los países europeos con más problemas económicos.

Pero Reino Unido tampoco tendría fácil optar por cerrar del todo sus fronteras, impidiendo la libre circulación de personas que actualmente existe en la UE. Thomas Sampson, profesor de la London School of Economics, explicó a Vox que al país le interesa beneficiarse de las relaciones comerciales con la UE, y la Unión difícilmente permitirá una libre circulación de bienes y capitales, pero en el caso de las personas habrá más facilidades.

Los acuerdos al respecto tendrán que contemplar cómo afectará el brexit no solo con los españoles que puedan trabajar o estudiar en el Reino Unido, sino también con las empresas británicas que tienen oficinas en otros países e incluso con los jubilados que residen en la Costa del Sol. Hay 1,2 millones de británicos viviendo en la Unión Europea y, de ellos, 761.000 en España.

A nivel particular, a los españoles residentes en el Reino Unido les saldrá más caro comprar euros cuando viajen a España. Este encarecimiento del euro también afectará a los turistas británicos que visitan nuestro país cada año. La incógnita es hasta cuándo se prolongará esta situación.

Según publica Cinco días, los estudiantes de Erasmus para el curso 2016-2017 podrán disfrutar de su estancia, ya que es probable que el país se mantenga en la Unión durante los próximos dos años.

Cuando el país abandone la UE sí parece previsible que deje el programa de intercambio de estudiantes universitarios. Aunque el vicerrector de Relaciones Internacionales de la Universidad Francisco de Vitoria (UFV) de Madrid, Juan Pérez-Miranda, ha matizado que se da la circunstancia de que en el Erasmus también participan países fuera de la UE como, por ejemplo, Turquía, Ucrania y Rusia y todo "dependerá de cómo negocie el Reino Unido" los distintos temas educativos.

Pérez-Miranda ha añadido que el brexit puede conllevar a que las universidades tengan que ampliar la preparación y orientación a los estudiantes en los últimos años de carrera de cara a sus salidas laborales, ya que muchos optan por buscar trabajo en Inglaterra.

Es otro de los puntos que todavía está por decidirse. Hay dos opciones: si el país opta por permanecer en el Espacio Económico Europeo o si se firma algún acuerdo bilateral al respecto, se mantendrían los reglamentos comunitarios actuales sobre Seguridad Social. En caso contrario, sería necesario buscar alguna forma de que no se perdiera el derecho a la prestación por haber cotizado algunos años en otro país.

España ya tiene acuerdos con otros países para asegurar estas cotizaciones.

Tras saberse que el brexit había ganado el referéndum, la cotización de la libra ha caído a mínimos históricos: es su precio más bajo en 31 años. El seísmo británico ha producido fuertes caídas en las bolsas europeas y el desplome de la libra esterlina con caídas del 4 % y el 6 % frente al euro y al dólar, respectivamente, aunque ha conseguido minimizar sus pérdidas a lo largo de la mañana.

Esta situación se podría prolongar mientras se aclara cuándo comenzarán las negociaciones y qué cabe esperar de ellas. También se espera un encarecimiento de los salarios, ya que se frenarán los flujos de inmigrantes.